Fanfic :hentai
Anime:INUYASHA
Titulo:SUEÑOS HÚMEDOS.
Sentía aquellas pequeñas manos traviesas recorrerle lentamente, torturándolo, dirigiéndose sin saber, a su propia perdición.
Con desesperación se termino de despojar de sus ropas, quería sentir su piel contra la ya desnuda de ella, busco sus labios, para luego besarlos con desesperación, tornando el beso a uno hambriento y apasionado, para luego recostarla sobre el suelo y colocarse sobre ella.
Sus manos, tomando vida propia, comenzaron a acariciar la silueta femenina, lentamente, como si quisiera guardar cada una de las curvas, cada detalle, por mínimo que este fuera, en su memoria, sabía que su pareja gustaba de aquel lento recorrido, los pequeños gemidos que trataban de escapar de la boca femenina, eran prueba de ello.
Decidido a dar más placer a la femenina, dejo desde sus labios, un camino de besos húmedos, recorriendo su cuello de forma pausada hasta llegar a sus senos, aquellos dos montículos de carne le parecían estar hechos específicamente para sus manos y boca, chupaba y succionaba uno de los rosados botones, con increíble devoción, rozando de veces sus colmillos, mientras que el otro era masajeado por una de sus manos, el sabor de su piel era adictivo.
Su otra mano, no conforme con estar en la cadera femenina, comenzó un recorrido, por una de las largas piernas blancas, los gemidos cada vez más fuertes de la chica eran música para sus oídos, a su nariz llego un aroma sumamente delicioso, así que dejando descansar un poco los ya adoloridos pezones, siguió su olfato, descendiendo poco a poco, lamiendo en el proceso aquella piel blanca, sacando jadeos y pequeños suspiros de su acompañante, ahora sus manos recorrían aquellas piernas de arriba abajo, deteniéndose de vez en cuando en los suaves muslos, los cuales estrujaba con fuerza pero sin llegar a encajar sus garras.
Para ese momento su miembro ya estaba más que duro y erguido, y él estaba más que deseoso de hundirse ella, llegando al centro de donde provenía aquel delicioso aroma lo único que hizo fue pasar su lengua por aquella cálida y húmeda cavidad, ocasionando que la pelinegra se arqueara y gimiera su nombre
— ¡Sesshomaru!... ¡mas!... ¡mas!-gemía Kagome casi al borde del éxtasis al sentir como esa lengua cálida recorría de arriba abajo su sexo, chupando con gran frenesí su hinchado clítoris, tantas atenciones por parte del youkai ocasionaron que un magnifico orgasmo la recorriera.
Decidida a no ser la única en disfrutar, tomo entre sus manos el rostro masculino para besar los labios carnosos de él, para luego obligarlo a quedar bajo ella.
Al separase del beso Kagome fue bajando lentamente besando el cuerpo de él hasta llegar a su masculinidad, la cual estaba realmente erguida y dura, lista para entrar en ella, la tomo entre sus manos para masturbarlo y poco a poco se lo fue introduciendo en la boca, para lamerlo como si de una paleta se tratase, de la boca del peliplata gruñidos eran lo que brotaban, al sentir como la femenina lo estimulaba aun mas, sentía que pronto se vendría en la boca de la chica, así que la separo de su cuerpo para colocarla debajo de este, con sus manos fue acariciando los muslos, para que estos se abrieran para él, habiéndose acomodado, se froto continuamente en la entrada a la cavidad de Kagome, logrando que ambos gimieran del placer que les recorría en esos momentos.
De un movimiento rápido, la penetro, acción que obligo a la pelinegra gemir y enredar sus piernas sobre la cadera masculina, sintiéndole cada vez más adentro, más profundo.
Pronto empezaron con una danza frenesí, de rápidas embestidas por parte de él y sonoros gemidos por parte de ella, las embestidas fueron aumentando de velocidad, hasta que al fin llegaron al clímax los dos juntos.
— ¡Sesshomaru! ¡Aahhh!- gimió Kagome al momento de su liberación.
— ¡GRR! ¡Kagome!-gruño Sesshomaru al derramarse dentro de Kagome.
Exaltado se despertó, ¿Cuántas veces había tenido sueños de este tipo, con la mujer de Inuyasha?, ¡¡MUCHAS!!... y todos comenzaron cuando se encontró con la visión del cuerpo de Kagome siendo bañado por la luz de la luna en el centro de un pequeño lago que quedaba cerca de sus territorios.
Suspiro con cansancio, al ver que una parte de su cuerpo había despertado, nuevamente, al tener esa clase de sueños, ¡COMO ODIABA A LA MALDITA HUMANA!, por despertar en él, los más bajos instintos carnales, ¡COMO SE ODIABA ASÍ MISMO! Por desear con tanta fuerza a una humana y no cualquier humana sino…ESA HUMANA.
Se levanto lentamente de su futon, tenía que darse un buen baño de agua fría, para bajar la felicidad de su “amiguito”, así que se dirigió al balcón de su habitación, para después salir volando convertido en una esfera de luz.
Aterrizando en el mismo lago en el cual comenzaron todos sus sueños con Kagome, y ahí en el centro de este se encontraba la causante, de todos esos sueños subidos de tono, tal y como él la recordaba y soñaba.
Una sonrisa maliciosa se asomo en su rostro, esa noche haría realidad cada uno de esos sueños húmedos.
Con desesperación se termino de despojar de sus ropas, quería sentir su piel contra la ya desnuda de ella, busco sus labios, para luego besarlos con desesperación, tornando el beso a uno hambriento y apasionado, para luego recostarla sobre el suelo y colocarse sobre ella.
Sus manos, tomando vida propia, comenzaron a acariciar la silueta femenina, lentamente, como si quisiera guardar cada una de las curvas, cada detalle, por mínimo que este fuera, en su memoria, sabía que su pareja gustaba de aquel lento recorrido, los pequeños gemidos que trataban de escapar de la boca femenina, eran prueba de ello.
Decidido a dar más placer a la femenina, dejo desde sus labios, un camino de besos húmedos, recorriendo su cuello de forma pausada hasta llegar a sus senos, aquellos dos montículos de carne le parecían estar hechos específicamente para sus manos y boca, chupaba y succionaba uno de los rosados botones, con increíble devoción, rozando de veces sus colmillos, mientras que el otro era masajeado por una de sus manos, el sabor de su piel era adictivo.
Su otra mano, no conforme con estar en la cadera femenina, comenzó un recorrido, por una de las largas piernas blancas, los gemidos cada vez más fuertes de la chica eran música para sus oídos, a su nariz llego un aroma sumamente delicioso, así que dejando descansar un poco los ya adoloridos pezones, siguió su olfato, descendiendo poco a poco, lamiendo en el proceso aquella piel blanca, sacando jadeos y pequeños suspiros de su acompañante, ahora sus manos recorrían aquellas piernas de arriba abajo, deteniéndose de vez en cuando en los suaves muslos, los cuales estrujaba con fuerza pero sin llegar a encajar sus garras.
Para ese momento su miembro ya estaba más que duro y erguido, y él estaba más que deseoso de hundirse ella, llegando al centro de donde provenía aquel delicioso aroma lo único que hizo fue pasar su lengua por aquella cálida y húmeda cavidad, ocasionando que la pelinegra se arqueara y gimiera su nombre
— ¡Sesshomaru!... ¡mas!... ¡mas!-gemía Kagome casi al borde del éxtasis al sentir como esa lengua cálida recorría de arriba abajo su sexo, chupando con gran frenesí su hinchado clítoris, tantas atenciones por parte del youkai ocasionaron que un magnifico orgasmo la recorriera.
Decidida a no ser la única en disfrutar, tomo entre sus manos el rostro masculino para besar los labios carnosos de él, para luego obligarlo a quedar bajo ella.
Al separase del beso Kagome fue bajando lentamente besando el cuerpo de él hasta llegar a su masculinidad, la cual estaba realmente erguida y dura, lista para entrar en ella, la tomo entre sus manos para masturbarlo y poco a poco se lo fue introduciendo en la boca, para lamerlo como si de una paleta se tratase, de la boca del peliplata gruñidos eran lo que brotaban, al sentir como la femenina lo estimulaba aun mas, sentía que pronto se vendría en la boca de la chica, así que la separo de su cuerpo para colocarla debajo de este, con sus manos fue acariciando los muslos, para que estos se abrieran para él, habiéndose acomodado, se froto continuamente en la entrada a la cavidad de Kagome, logrando que ambos gimieran del placer que les recorría en esos momentos.
De un movimiento rápido, la penetro, acción que obligo a la pelinegra gemir y enredar sus piernas sobre la cadera masculina, sintiéndole cada vez más adentro, más profundo.
Pronto empezaron con una danza frenesí, de rápidas embestidas por parte de él y sonoros gemidos por parte de ella, las embestidas fueron aumentando de velocidad, hasta que al fin llegaron al clímax los dos juntos.
— ¡Sesshomaru! ¡Aahhh!- gimió Kagome al momento de su liberación.
— ¡GRR! ¡Kagome!-gruño Sesshomaru al derramarse dentro de Kagome.
Exaltado se despertó, ¿Cuántas veces había tenido sueños de este tipo, con la mujer de Inuyasha?, ¡¡MUCHAS!!... y todos comenzaron cuando se encontró con la visión del cuerpo de Kagome siendo bañado por la luz de la luna en el centro de un pequeño lago que quedaba cerca de sus territorios.
Suspiro con cansancio, al ver que una parte de su cuerpo había despertado, nuevamente, al tener esa clase de sueños, ¡COMO ODIABA A LA MALDITA HUMANA!, por despertar en él, los más bajos instintos carnales, ¡COMO SE ODIABA ASÍ MISMO! Por desear con tanta fuerza a una humana y no cualquier humana sino…ESA HUMANA.
Se levanto lentamente de su futon, tenía que darse un buen baño de agua fría, para bajar la felicidad de su “amiguito”, así que se dirigió al balcón de su habitación, para después salir volando convertido en una esfera de luz.
Aterrizando en el mismo lago en el cual comenzaron todos sus sueños con Kagome, y ahí en el centro de este se encontraba la causante, de todos esos sueños subidos de tono, tal y como él la recordaba y soñaba.
Una sonrisa maliciosa se asomo en su rostro, esa noche haría realidad cada uno de esos sueños húmedos.
La noche ya casi terminaba, cuando sentí la imperiosa necesidad de salir a caminar y despejarme un poco, sentía mis mejillas calientes, y como no sentir aquello, si hace unos momentos estaba soñando cosas bastantes subidas de tono con alguien que no debería y que aparte de todo odia a mi raza.
Además no sé cuál sea la razón por la que sueño con Sesshomaru, simplemente no lo comprendo, he notado que algo en su mirada cambia cuando esta va dirigida hacia mí.
—jajaja, creo que me estoy volviendo loca- y es verdad, ¿Cómo podría siquiera pensar en eso?, pero creo que todo esto inicio, desde que la pequeña Rin comenzó a platicarme sobre cuando estaba en compañía de Sesshomaru.
A pesar de todo, pienso que no es tan malo como aparenta, en varias ocasiones nos salvó de una muerte segura y ayudo en la lucha final contra Naraku.
Muy a mi pesar las cosas no funcionaron con Inuyasha como me hubiera gustado, finalmente me di cuenta que el amor que sentía por él fue menguando hasta convertirse en un cariño.
De forma inconsciente llegue hasta el pequeño lago que se encontraba cerca de las tierras de Sesshomaru, camine hasta llegar a la orilla de este, rápidamente me despoje de mis ropas, para luego introducirme en las frías y tranquilas aguas del lago.
Camine hasta llegar al centro de este, quedando el agua hasta mi cintura, mi vista se dirigió al cielo estrellado, donde orgullosa se alzaba la luna en su fase de cuarto menguante, rápidamente mi mente se llenó de miles de imágenes nada pudorosas para una mujer, en todas ellas estaban de protagonistas el más frío youkai que pueda existir y yo.
Siento la sangre acumularse en mis mejillas, de pronto el ruido de algo o alguien entrando al agua llamo mi atención, mas no puedo girar mi cuerpo para ver de qué o quién se trata, pues unos fuertes brazos me mantienen bien sujeta y me prohíben el movimiento, siento como esa persona comienza a lamer mi cuello lentamente hasta subir a mi oreja y ahí morder levemente mi lóbulo, acción que ocasiono que un pequeño suspiro escapara de mis labios.
—Pero miren que tenemos aquí-esa voz tan fría la reconocería en cualquier lugar-¿Qué hace la mujer de Inuyasha sola a esta hora? Y más en un lugar como este-
—No soy la mu…jer de Inu…yasha-mi voz Salió entrecortada pues una de las manos de Sesshomaru recorría lentamente mi cuerpo, ocasionando que me estremeciera a su simple contacto-y lo…que…es…té…haci…endo a…quí es al…go que no te im…por…ta Sessho...maru –sentí como sus labios se curvaban hasta formar una sonrisa.
—Créeme, si me importa- pequeños suspiros salían de mi boca al sentir como sus manos masajeaban mis pechos-me importa mucho y más por lo que deseo hacer-esas palabras me descolocaron completamente, pero volví a la realidad al sentir como una de sus manos bajaba a mi intimidad.
— ¿Qué…ha...ces…?-no me respondió, mas sin embargo con una de sus garras se abrió paso entre mi sexo para comenzar a acariciar mi clítoris, debía admitir que se siente muy bien, maldito de mi cuerpo traicionero, pronto de mi boca brotaron sonoros gemidos al sentir como una de sus garras entraba y salía de mi interior, al parecer eso le gustaba pues su otra garra que estaba posada en mi pecho comenzó a acariciar mis pezones mientras su boca dejaba besos húmedos en mi cuello.
Pronto sentí algo extremadamente duro contra mis muslos, sentí claramente como comenzaba a frotarse contra mí-ahh bas…ta….Se…ssho…maru…Ahh-ahora es que me doy cuenta que él está completamente desnudo pegado a mi espalda.
—Esto te gustara- su voz sonaba ronca y cargada de deseo, me obliga a girar para quedar frente a él, de un momento a otro sentí como mis labios eran aprisionados por los de Sesshomaru, era un beso suave, pero pronto comenzó a delinear mis labios con su lengua, como pidiendo permiso de entrar a mi boca, concediéndole el permiso, convirtió el beso en uno hambriento y apasionado, como si estuviese deseoso de mi desde hace mucho…
—de…tente-como pude me separe de él, ocasionando que gruñera fuertemente y me mirara con odio.
—Ninguna hembra me rechaza- me veía fríamente pero con deseo.
—Pues yo no soy igual a las demás-le sostuve la mirada- ¡además no estamos en tus territorios como para que hagas lo que te venga en gana!- le grite pero al parecer no le importo.
— Con que era eso humana- una pequeña sonrisa adorno su estoico rostro- no te preocupes, eso tiene solución-comenzó acercarse a mi
— ¿Qué?... ¡aléjate!-pero antes de que pudiera hacer algo más, sentí como mi espalda chocaba contra algo suave, abrí los ojos lentamente, sin darme cuenta los había cerrado, me levante hasta quedar sentada, mas por mi mente nunca paso lo que vería, quede perpleja al ver el cuerpo desnudo de Sesshomaru ser bañado por la luz de la luna, se veía realmente hermoso, fui admirando cada detalle de su cuerpo, pero al llegar a la ingle, sentí como mi boca llegaba al piso y mis ojos se abrían a más no poder.
— ¿Qué sucede? ¿Nunca habías visto a un hombre desnudo?- una sonrisa arrogante bailaba en sus labios.
A paso lento, pero decidido se acercó hasta el futón donde me encontraba, yo seguía en un estado de shock, y es que ¿Cómo no estarlo cuando un adonis como Sesshomaru está frente a ti completamente desnudo?
Salí de aquel estupor, al sentir los labios de Sesshomaru sobre los míos, mientras con una mano me obligaba a recostarme con la otra me recorría lentamente, estremeciendo mi piel a su contacto, su boca abandono la mía, para pasar a mi cuello, donde lamio y beso lentamente, su cuerpo al lado del mío, ya no hice nada por tratar que se alejara, al fin de cuentas, yo también deseo esto.
Siguió lamiéndome lentamente, de forma torturante, hasta llegar a uno de mis senos, el cual lamio, su boca se posiciona en mi pezón, para luego hacerme sentir como lo chupa y muerde, mientras con una mano masajea y estruja el otro, yo por mi parte, me encuentro en un mar de sensaciones, de mi boca escapan leves gemidos, prueba de que las atenciones que recibo me son completamente agradables.
Su mano libre me recorre completa, para luego posarse en mi sexo, el cual acaricia delicadamente, sin prisa alguna, ocasionando que me humedezca aún más, como si aquello fuera posible, pronto una de sus garras entra en mi interior, ocasionando que gima con mayor fuerza.
De repente su garra sale de mi interior al igual que su boca abandona mi pezón, un bufido escapa de mi boca e señal de protesta, pero cuando me encuentro con sus dorados ojos, me quedo sin respiración, un sonrisita adorna su boca.
— ¿Qué sucede?-me mira con arrogancia- ¿acaso te gusta lo que sientes?
En vez de contestarle, me coloco sobre él, lo hare pagar por dejarme así, lo beso lentamente, siendo correspondida en el acto, la falta de aire nos hizo separarnos, fui bajando despacio, besando cada parte de aquella piel, en todo momento sentí su mirada sobre mí.
— ¿Qué es lo que planeas?-su ronca voz me hizo dejar mi tarea de provocarlo, así que me senté sobre sus caderas, provocando que nuestros sexos quedaran juntos, provocando que un fuerte gemido salga de mi boca y un fuerte gruñido de parte Sesshomaru.
—Solo quiero devolverte el favor-dicho esto seguí con mi labor hasta llegar a su hombría, la cual se hallaba erecta e imponente, lo tome entre mis manos para masturbarlo, movía mis manos de arriba abajo, algunas veces de forma rápida y otras lentas, la curiosidad gano en mi, así que fui introduciendo el enorme miembro de Sesshomaru en mi boca, poco a poco disfrutando del momento, al igual que Sesshomaru, que gruñía cada vez más fuerte, pero antes de seguir con lo que tenía planeado, fui separada del cuerpo de Sesshomaru y en cambio me encontraba bajo este.
— y…a…ya…no…a…gua…to…más-dicho esto separo mis piernas, para colocarse entre ellas y después penetrarme con fuerza y de una sola estocada.
— ¡Ahhh!-gemí de dolor, esta era mi primera vez, pequeñas lagrimas surcaban mis mejillas, pero fueron detenidas por las manos de Sesshomaru.
— shuuuu, tranquila, ya pasara- comenzó a moverse de forma lenta y pausada, aun dolía, pero no tanto como en un principio, ahora mis gemidos no eran de dolor, eran del más puro placer, que disfrutaba en esos momentos.
Enredando mis piernas en su cadera, lo sentía aun mas dentro mío-¡más…más…Sesshomaru!- me complació, pues sus embestidas se volvieron más rápidas y más profundas, de un momento a otro, ambos nos encontrábamos sentados, yo arriba de él y él aun dentro mío, en esa posición lo sentía un más, mientras me embestía, su boca se encargaba de prestarle atención a mis senos, los cuales mamaba y mordía, hasta dejarlos aun mas rojos y duros de lo que ya estaban, mis manos acariciaban su plateada cabellera, a la vez que lo atraía un más hacia mí, pronto sentí como mi vientre se contraía alrededor del miembro de Sesshomaru, muy pronto llegaríamos al clímax.
—Se…ssho…maru…me…ve...vengo-anuncie entre gemidos, en respuesta me embistió aun más fuerte, las convulsaciones de mi vagina, me anunciaban la llegada del orgasmo, tanto mío como de él, en ese momento me sentí en las nubes, tanto que no sentí, como Sesshomaru incrustaba sus colmillos en mi hombro.
Aun dentro mío, me acostó delicadamente en el futón, luego salió de mi, en ese momento me sentí vacía, pero el cansancio se apodero de mi cuerpo, obligándome a cerrar los ojos para descansar, antes de quedar completamente dormida escuche su voz.
—Ahora eres mía-y sin más deje llevarme por los brazos de Morfeo-Kagome…- me sentía feliz, por alguna razón aquello me lleno por completo, fue a partir de esa noche, que conocería lo que es la felicidad.
Además no sé cuál sea la razón por la que sueño con Sesshomaru, simplemente no lo comprendo, he notado que algo en su mirada cambia cuando esta va dirigida hacia mí.
—jajaja, creo que me estoy volviendo loca- y es verdad, ¿Cómo podría siquiera pensar en eso?, pero creo que todo esto inicio, desde que la pequeña Rin comenzó a platicarme sobre cuando estaba en compañía de Sesshomaru.
A pesar de todo, pienso que no es tan malo como aparenta, en varias ocasiones nos salvó de una muerte segura y ayudo en la lucha final contra Naraku.
Muy a mi pesar las cosas no funcionaron con Inuyasha como me hubiera gustado, finalmente me di cuenta que el amor que sentía por él fue menguando hasta convertirse en un cariño.
De forma inconsciente llegue hasta el pequeño lago que se encontraba cerca de las tierras de Sesshomaru, camine hasta llegar a la orilla de este, rápidamente me despoje de mis ropas, para luego introducirme en las frías y tranquilas aguas del lago.
Camine hasta llegar al centro de este, quedando el agua hasta mi cintura, mi vista se dirigió al cielo estrellado, donde orgullosa se alzaba la luna en su fase de cuarto menguante, rápidamente mi mente se llenó de miles de imágenes nada pudorosas para una mujer, en todas ellas estaban de protagonistas el más frío youkai que pueda existir y yo.
Siento la sangre acumularse en mis mejillas, de pronto el ruido de algo o alguien entrando al agua llamo mi atención, mas no puedo girar mi cuerpo para ver de qué o quién se trata, pues unos fuertes brazos me mantienen bien sujeta y me prohíben el movimiento, siento como esa persona comienza a lamer mi cuello lentamente hasta subir a mi oreja y ahí morder levemente mi lóbulo, acción que ocasiono que un pequeño suspiro escapara de mis labios.
—Pero miren que tenemos aquí-esa voz tan fría la reconocería en cualquier lugar-¿Qué hace la mujer de Inuyasha sola a esta hora? Y más en un lugar como este-
—No soy la mu…jer de Inu…yasha-mi voz Salió entrecortada pues una de las manos de Sesshomaru recorría lentamente mi cuerpo, ocasionando que me estremeciera a su simple contacto-y lo…que…es…té…haci…endo a…quí es al…go que no te im…por…ta Sessho...maru –sentí como sus labios se curvaban hasta formar una sonrisa.
—Créeme, si me importa- pequeños suspiros salían de mi boca al sentir como sus manos masajeaban mis pechos-me importa mucho y más por lo que deseo hacer-esas palabras me descolocaron completamente, pero volví a la realidad al sentir como una de sus manos bajaba a mi intimidad.
— ¿Qué…ha...ces…?-no me respondió, mas sin embargo con una de sus garras se abrió paso entre mi sexo para comenzar a acariciar mi clítoris, debía admitir que se siente muy bien, maldito de mi cuerpo traicionero, pronto de mi boca brotaron sonoros gemidos al sentir como una de sus garras entraba y salía de mi interior, al parecer eso le gustaba pues su otra garra que estaba posada en mi pecho comenzó a acariciar mis pezones mientras su boca dejaba besos húmedos en mi cuello.
Pronto sentí algo extremadamente duro contra mis muslos, sentí claramente como comenzaba a frotarse contra mí-ahh bas…ta….Se…ssho…maru…Ahh-ahora es que me doy cuenta que él está completamente desnudo pegado a mi espalda.
—Esto te gustara- su voz sonaba ronca y cargada de deseo, me obliga a girar para quedar frente a él, de un momento a otro sentí como mis labios eran aprisionados por los de Sesshomaru, era un beso suave, pero pronto comenzó a delinear mis labios con su lengua, como pidiendo permiso de entrar a mi boca, concediéndole el permiso, convirtió el beso en uno hambriento y apasionado, como si estuviese deseoso de mi desde hace mucho…
—de…tente-como pude me separe de él, ocasionando que gruñera fuertemente y me mirara con odio.
—Ninguna hembra me rechaza- me veía fríamente pero con deseo.
—Pues yo no soy igual a las demás-le sostuve la mirada- ¡además no estamos en tus territorios como para que hagas lo que te venga en gana!- le grite pero al parecer no le importo.
— Con que era eso humana- una pequeña sonrisa adorno su estoico rostro- no te preocupes, eso tiene solución-comenzó acercarse a mi
— ¿Qué?... ¡aléjate!-pero antes de que pudiera hacer algo más, sentí como mi espalda chocaba contra algo suave, abrí los ojos lentamente, sin darme cuenta los había cerrado, me levante hasta quedar sentada, mas por mi mente nunca paso lo que vería, quede perpleja al ver el cuerpo desnudo de Sesshomaru ser bañado por la luz de la luna, se veía realmente hermoso, fui admirando cada detalle de su cuerpo, pero al llegar a la ingle, sentí como mi boca llegaba al piso y mis ojos se abrían a más no poder.
— ¿Qué sucede? ¿Nunca habías visto a un hombre desnudo?- una sonrisa arrogante bailaba en sus labios.
A paso lento, pero decidido se acercó hasta el futón donde me encontraba, yo seguía en un estado de shock, y es que ¿Cómo no estarlo cuando un adonis como Sesshomaru está frente a ti completamente desnudo?
Salí de aquel estupor, al sentir los labios de Sesshomaru sobre los míos, mientras con una mano me obligaba a recostarme con la otra me recorría lentamente, estremeciendo mi piel a su contacto, su boca abandono la mía, para pasar a mi cuello, donde lamio y beso lentamente, su cuerpo al lado del mío, ya no hice nada por tratar que se alejara, al fin de cuentas, yo también deseo esto.
Siguió lamiéndome lentamente, de forma torturante, hasta llegar a uno de mis senos, el cual lamio, su boca se posiciona en mi pezón, para luego hacerme sentir como lo chupa y muerde, mientras con una mano masajea y estruja el otro, yo por mi parte, me encuentro en un mar de sensaciones, de mi boca escapan leves gemidos, prueba de que las atenciones que recibo me son completamente agradables.
Su mano libre me recorre completa, para luego posarse en mi sexo, el cual acaricia delicadamente, sin prisa alguna, ocasionando que me humedezca aún más, como si aquello fuera posible, pronto una de sus garras entra en mi interior, ocasionando que gima con mayor fuerza.
De repente su garra sale de mi interior al igual que su boca abandona mi pezón, un bufido escapa de mi boca e señal de protesta, pero cuando me encuentro con sus dorados ojos, me quedo sin respiración, un sonrisita adorna su boca.
— ¿Qué sucede?-me mira con arrogancia- ¿acaso te gusta lo que sientes?
En vez de contestarle, me coloco sobre él, lo hare pagar por dejarme así, lo beso lentamente, siendo correspondida en el acto, la falta de aire nos hizo separarnos, fui bajando despacio, besando cada parte de aquella piel, en todo momento sentí su mirada sobre mí.
— ¿Qué es lo que planeas?-su ronca voz me hizo dejar mi tarea de provocarlo, así que me senté sobre sus caderas, provocando que nuestros sexos quedaran juntos, provocando que un fuerte gemido salga de mi boca y un fuerte gruñido de parte Sesshomaru.
—Solo quiero devolverte el favor-dicho esto seguí con mi labor hasta llegar a su hombría, la cual se hallaba erecta e imponente, lo tome entre mis manos para masturbarlo, movía mis manos de arriba abajo, algunas veces de forma rápida y otras lentas, la curiosidad gano en mi, así que fui introduciendo el enorme miembro de Sesshomaru en mi boca, poco a poco disfrutando del momento, al igual que Sesshomaru, que gruñía cada vez más fuerte, pero antes de seguir con lo que tenía planeado, fui separada del cuerpo de Sesshomaru y en cambio me encontraba bajo este.
— y…a…ya…no…a…gua…to…más-dicho esto separo mis piernas, para colocarse entre ellas y después penetrarme con fuerza y de una sola estocada.
— ¡Ahhh!-gemí de dolor, esta era mi primera vez, pequeñas lagrimas surcaban mis mejillas, pero fueron detenidas por las manos de Sesshomaru.
— shuuuu, tranquila, ya pasara- comenzó a moverse de forma lenta y pausada, aun dolía, pero no tanto como en un principio, ahora mis gemidos no eran de dolor, eran del más puro placer, que disfrutaba en esos momentos.
Enredando mis piernas en su cadera, lo sentía aun mas dentro mío-¡más…más…Sesshomaru!- me complació, pues sus embestidas se volvieron más rápidas y más profundas, de un momento a otro, ambos nos encontrábamos sentados, yo arriba de él y él aun dentro mío, en esa posición lo sentía un más, mientras me embestía, su boca se encargaba de prestarle atención a mis senos, los cuales mamaba y mordía, hasta dejarlos aun mas rojos y duros de lo que ya estaban, mis manos acariciaban su plateada cabellera, a la vez que lo atraía un más hacia mí, pronto sentí como mi vientre se contraía alrededor del miembro de Sesshomaru, muy pronto llegaríamos al clímax.
—Se…ssho…maru…me…ve...vengo-anuncie entre gemidos, en respuesta me embistió aun más fuerte, las convulsaciones de mi vagina, me anunciaban la llegada del orgasmo, tanto mío como de él, en ese momento me sentí en las nubes, tanto que no sentí, como Sesshomaru incrustaba sus colmillos en mi hombro.
Aun dentro mío, me acostó delicadamente en el futón, luego salió de mi, en ese momento me sentí vacía, pero el cansancio se apodero de mi cuerpo, obligándome a cerrar los ojos para descansar, antes de quedar completamente dormida escuche su voz.
—Ahora eres mía-y sin más deje llevarme por los brazos de Morfeo-Kagome…- me sentía feliz, por alguna razón aquello me lleno por completo, fue a partir de esa noche, que conocería lo que es la felicidad.
(no lo hice yo)
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